Tendinitis

Tendinitis

28/02/2023 Preparación Física 0

LA TENDINITIS es la inflamación de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso. Generalmente, se producen por sobreuso de los tendones. La tendinitis puede afectar a cualquier tendón del cuerpo.

Esta lesión es muy común y se da cuando un tendón se inflama debido a la sobrecarga o el uso excesivo. Los tendones son tejidos conectivos que unen los músculos a los huesos. Son fuertes y resistentes y están compuestos por fibras de colágeno, proteínas y células que ayudan a mantener la estructura y la función del tendón.

Las fibras de colágeno son las principales componentes de los tendones y le brindan su resistencia y capacidad para soportar tensiones repetitivas. Además, los tendones contienen pequeñas fibras de proteínas, como la elastina, que les permiten estirarse y contraerse en respuesta a los movimientos musculares. Las células, llamadas células tendinosas, producen y mantienen la matriz extracelular del tendón y suelen ser muy activas en la cicatrización de las lesiones tendinosas.

Sin embargo, a medida que envejeces o realizas actividades repetitivas, los tendones pueden sufrir microdesgarros y acumular daño. La inflamación puede ser el resultado de una lesión aguda o de un uso excesivo y repetitivo. La tendinitis también puede ser el resultado de una afección médica subyacente, como la artritis o la enfermedad de la tiroides.

En algunos casos, la tendinitis puede ser causada por una mala técnica o postura durante el ejercicio, lo que puede sobrecargar y dañar el tendón. La falta de fortalecimiento adecuado de los músculos y tendones también puede contribuir a la tendinitis, ya que los músculos debilitados pueden sobrecargar los tendones y causar daño.

Además, algunos factores de riesgo, como la edad, la obesidad, la falta de flexibilidad y la inactividad física, pueden aumentar la probabilidad de desarrollar tendinitis. Por estas razones, es importante trabajar con un profesional de la salud para determinar la causa subyacente de la tendinitis y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.

¿Cómo prevenirlas?

  1. Realizar ejercicios de fortalecimiento muscular para ayudar a prevenir la tensión repetitiva en los tendones.
  2. Hacer estiramientos regulares para ayudar a mantener la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones.
  3. Asegurarse de realizar la técnica correcta al hacer deportes o actividades físicas para reducir la tensión repetitiva en los tendones.
  4. Evitar o limitar la actividad que ha causado la tendinitis o que podría empeorarla.
  5. Mantener un peso saludable para reducir la tensión en los tendones durante la actividad física.
  6. Realizar ejercicios de calentamiento antes de realizar actividades físicas para preparar los músculos y tendones para la actividad.
  7. Tomarse tiempo para descansar y recuperarse adecuadamente después de la actividad física o deportiva.

¿Cuáles son los síntomas?

  1. Dolor e hinchazón localizado en el área afectada del tendón, especialmente durante o después de una actividad que implique el uso repetido del tendón.
  2. También se puede producir dolor o molestia al tocar o al presionar sobre el área afectada.
  3. Debilidad muscular durante los movimientos que requieren el uso del tendón afectado.
  4. Limitación de la amplitud de movimiento y dificultad para mover el tendón afectado.

¿Qué tipos de tratamiento hay?

Esto depende de la gravedad y la ubicación de la lesión, así como de los factores individuales del paciente, como la edad y la salud general. Sin embargo, aquí hay algunos de los tratamientos más comunes para la tendinitis:

  1. Es importante dejar descansar el tendón afectado y reducir o evitar la actividad que ha causado la tendinitis. Esto ayuda a reducir la inflamación y el dolor.
  2. Un terapeuta físico puede recomendar ejercicios y estiramientos para fortalecer el tendón y reducir la tensión repetitiva.
  3. Un fisioterapeuta puede proporcionar terapias manuales y electroterapia para reducir la inflamación y mejorar la movilidad.
  4. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
  5. En casos graves, es posible que se administren inyecciones de corticosteroides directamente en el tendón para reducir la inflamación y el dolor.
  6. Un terapeuta ocupacional puede proporcionar asesoramiento y ayuda para modificar las actividades diarias para evitar la tensión repetitiva en el tendón.
  7. En casos graves, es posible que se requiera cirugía para reparar o reemplazar el tendón dañado.

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